Si llegaste hasta acá, quédate que te cuento…

Los cristales son utilizados desde hace siglos por nuestros ancestros como herramientas de sanación y como amuletos para atraer la buena energía. Ellos sabían que los cristales son mágicos. Hoy en día, y comprobado… todo es energía, nuestro cuerpo y todo lo que nos rodea, incluso los cristales. Con años de estudio, hoy tenemos al alcance toda la información para llevar a la práctica.

Con Gemoterapia logramos trabajar nuestra energía con la energía de los cristales como aliada. Ya que, tanto el cuerpo humano como los cristales, emiten vibración, y estamos expuestos a la sincronización cuando entramos en contacto. Ellos no lograrán resolver todos nuestros problemas, ya que esta es una elección personal y un proceso en el cual hay que trabajar, pero podrán acompañarnos en el camino.

Los cristales nos ayudan a crear conciencia, identificar situaciones y poder ver todo con una nueva perspectiva, que nos permita trabajar y desarrollarnos, aprender, superar procesos; también se pueden tratar y equilibrar emociones, como ansiedad, angustia, tristeza, ira, haciéndonos vibrar de una manera más positiva y optimista; incluso dolencias físicas son tratadas con cristales, ya que ellos trabajan a nivel del cuerpo, mente, emociones y espíritu.  

 

Para comenzar la práctica…

Primero, identificar qué es lo que queremos trabajar, y si no lo sabemos, dejar que la experiencia nos sorprenda.

Segundo, es ideal y te recomiendo un cristal en bruto, ya que estos están como recién extraídos de su entorno, la energía está más limpia y pura. Como segunda opción te recomiendo un cristal rolado. De esta manera, el cristal es más versátil para su uso terapéutico, ya que podremos llevarlo en el bolsillo, ponerlo debajo de la almohada y apoyarlo en el chakra a trabajar. *

Luego, te recomiendo una limpieza profunda de energías, ya que el cristal ha pasado por varias manos antes de llegar a las tuyas, entonces es mejor purificarlo.  

Y, por último, comenzar la práctica, realizar meditaciones para conectar con el cristal, llevarlo con vos y llevar un registro de la experiencia.

 

Cada experiencia es única, de cada persona y con cada cristal. Al final lo que importa es como te sentiste y si te gustó.  

 

El fin es favorecer el bienestar y la armonía del cuerpo, mente y espíritu.

 

<<Si resuena con vos y querés comenzar la práctica, escribime, te voy a ayudar a elegir un cristal apropiado e indicarte las diferentes formas de uso>>

Atentamente,

Dani

 

 

 

*¿Y los accesorios? También sirven, pero para su creación como joya fueron sometidos a procesos. Aunque, existen diferentes tipos de joyas, algunas logran dejar el cristal intacto en cuanto a modificaciones, como seria un cristal en un engarce de alambre o un relicario.